viernes, 22 de febrero de 2013

Una Cena, un maridaje.


".....¿Que tinto besará nuestros labios y nos contará historias antiguas, versos y poemas olvidados? 
        Una vez escribí sobre mi percepción del vino y su relación con ciertas ocasiones de vida. Hoy inicio esta reseña, recordando un poco lo escrito en aquella época. El motivo, una cena, un experimento gastronómico, un juguemos a maridar, un juguemos a vivir.
         Mi amigo Roberto y yo planeamos la cena con antelación. Entrada, plato principal y los vinos para cada plato. Sencillo, verdad?. Dos platos, dos vinos. Pero quien vive en Venezuela, sabe lo difícil que se ha convertido hacer cosas sencillas. Buscar los ingredientes nos costó tres días de trabajo. Bajar desde San Antonio de los Altos a Caracas con colas de 4 o más horas para encontrar y comprar el Pato. Conseguir los espárragos blancos fue un reto y un punto de honor. Salí a comprar los espárragos y los conseguí después de 2 días de búsqueda, pero quede encerrado dentro del automercado durante 1 hora por una protesta.

          La cena, por fin se dio. La entrada: Vol-au-vent de espárragos blancos, acompañados con vino blanco Salentein Chardonnay Reserva Cosecha 2011. La finura del Vol-au-vent marido muy bien con el Chardonnay. El blanco se dejaba llevar de la mano por los aromas y la suavidad de la entrada. En momentos como estos, los sentidos nos envuelven y dan paso a conversaciones que van entrando con cierta picardía en nuestra intimidad.

El plato principal, rollitos de Magret de Pato en salsa de cereza y papas salteadas con hongos frescos, fue acompañado con Los Vascos Cabernet Sauvignon, 2010. Debo reconocer que este tinto me sorprendió. De la viña Los Vascos me reconozco  fanático de Los Vascos Grande Reserve y Los Vascos Le Dix. Pero en ese momento este Cabernet Sauvignon, se mostró, suave, seductor, misterioso. La circunstancia, la ocasión..., el maridaje de las papas cocinadas en la grasa del pato con los hongos fresco y un poco de romero fresco, recién cortado de la pequeña huerta de Roberto, realzaron el Magret mientras que el vino abrazaba y armonizaba el todo. La música de fondo, Francis Cabrel, se hizo cómplice y por un momento nos hicimos como un poco más humanos….

          Quisiera terminar esta reseña con un poema de Federico García Lorca,  
Canción Morena.

Me perdería

por tu país moreno
María del Carmen.....

Me perdería
por tus ojo sin nadie
pulsando los teclados de tu boca inefable.

En un abrazo perpetuo
sería moreno el aire, 
y tendría la brisa, 
 el vello de tu carne.

Me perdería
por tus senos temblantes, 
por las hondas negruras 
de tu cuerpo suave.



Me perdería
por tu país moreno
María del Carmen....




Santé

viernes, 1 de febrero de 2013

Castillo de Molina, Winemaker Blend 2010



         
                   En general termino mis notas en el blog con la frase: La vida es demasiado corta para beber mal vino”. Pero debo reconocer honestamente que yo mismo no siempre logro respetar esta regla. No tanto de manera intencional, sino por buscar cosas nuevas.