Miro a los
ojos vacíos de las almas que me rodean y prosigo.
Rodeado de
almas en pena, me llama un amigo que entiende de vinos y soledades. Una
invitación a probar whiskys de malta.
Llego a mi
destino con un sueño de soledades, un clamor de ansiedades que aturde, y unos recuerdos que me lloran.
En su casa amplia, silente, de San Diego, en la terraza, miro al cielo
como buscando a un Dios ausente que no encuentro.
Hermosa la caja, hermoso el envase, bello su color en mi vaso. Sin
embargo en boca siento que no es mejor que el Talisker 10 años. Aun así es un excelente whisky de Malta. Tomo
otro sobro, y este me invita a seguir buscándome entre sus aromas a mar, ahumados y
sutiles de turba.
Ardber. Islay .Single malta. 10 years old.
Una nueva copa. Otro Whisky.
Me reencuentro con lo soy y la esperanza de lo que puedo ser.
Los aromas, el bouquet, su color ámbar profundo, su textura aceitosa, lo ahumado y picante, los aromas a mar, me reencuentran con la civilización, con lo
civilizado. Algo perdido en los días que corren en mi país y en mi piel.
Y mientras lo disfruto pienso que quizás los
ángeles en un acto de profunda misericordia hacia los hombres, les enseñaron el arte de hacer buen whisky y estos ángeles…,
beben los Single Malts de Islay junto a nosotros
Ardber. Islay .Single malta.
Ten years old……
La noche termina con un whisky japonés que me
sorprende. Excelente para terminar una noche, una cena, como plus café.
Como el aroma y los sabores que cierran la noche y nuestros esfuerzos.
Cierra lo que quizás Dios quiso que fuéramos y no logramos.
A pesar de ser fuerte, intenso, alcohólico, en boca es sedoso y
se siente en el retrogusto sabores a vainilla, miel, almendras,
“-..de hiel, de menta, de
albahaca-
Compadre! ¡Donde está, dime,
donde está tu niña amarga?...-”
Para tomarlo solo con un hielo, después de una cena.
Nikka Whisky from the
Barrel. ….
Hoy estoy triste porque
la recuerdo, y la profundidad de los aromas del Ardber hace rodar por mis mejillas las
últimas lágrimas que hay en mí…….
Recuerdo lo que una vez le escribí: …de tanto amarte, se me seco el corazón….
Recuerdo lo que una vez le escribí: …de tanto amarte, se me seco el corazón….
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